Crisis, al principio...
Al principio de la crisis salí a callejear buscando algo que me metiese en la realidad del momento, quería ver si el concepto estaba impreso en las calles y no sólo en los ecos de políticos hambrientos, quedaba lo peor y estabamos a verlas venir, tanto desde el gobierno como desde la calle, luego vinieron las consecuencias y con ellas las reacciones. Pensé que la verdadera crisis estaba en nuestros corazones, y el tiempo no hace sino reafirmarme en esto, quiero decir, ¿si no denunciamos las pequeñas injusticias como esperamos que las grandes tengan algún tipo de sanción?. Vemos a compañeros de trabajo que no hacen lo que deben y los imitamos, vemos a gente tirada en la calle y ni nos inmutamos, lo que tenemos cerca lo dejamos pasar y luego exigimos justicia cuando nosotros no hemos sido justos con nosotros mismos reclamando la dignindad que nos han quitado en nuestros trabajos, nos conformamos con un trozo de mierda y eso nos basta para ser felices. La crisis no viene de los bancos aunque ellos tengan la gran culpa, ellos se han aprovechado de nuestras miserias y ansias, algún delirio de grandeza por querer tener lo que tu dignidad rota no te permitía tener... que delgada es la linea entre el estado del bienestar y un estado de esclavitud encubierta. Ahora echamos la culpa a los políticos y con razón, pero no debemos olvidar que en realidad ellos no son más que una representación del pueblo, por lo que si vemos en ellos a unos ladrones y vendemotos ¿no será culpa nuestra que esto sea así?... tropezamos continuamente en la misma piedra... en fin y aún con todo, ¡que viva la vida!
Sentado en el banco mirando dos chicas

La mirada indecente
Un hombre mira el trasero de una trabajadora en el mercado de La Boquería en Barcelona.